Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 26 de noviembre de 2017

Una rápida visita a la Virgen de Cantonad.


“La Virgen de Cantonad
no es comprada ni vendida,
y sí bajada del Cielo,
y en Vivanco aparecida.
El ángel que las bajó,
la de Allende y la de aquí,
en la piedra las posó
y marcado el pie está allí”

Fracción del himno a la virgen de Cantonad patrona del Valle de Mena desde el siglo XVII

Todos los que recorren la carretera nacional de Bilbao a Burgos (N-629, hoy: CL-629 o BI-636 según donde estemos) en ese sentido han visto una iglesia resaltada en blanco sobre una loma, en el barrio de Orbaneja de Vivanco de Mena. Es el santuario de la Virgen de Cantonad que es una de las advocaciones burgalesas más antiguas. Pero cuyo obispo es el de Santander.


Parece existir cierto consenso –así se lee, al menos- en que los primitivos pobladores realizaban rituales en este cerro. Luego se cristianizó y se construyó una ermita que devino en el actual santuario. Nada raro.

Pensemos que en el Valle de Mena había más de cincuenta ermitas. Las principales supervivientes son: la protagonista de la presente entrada; la de Nuestra Señora de los Prados, en Concejero; la de los mártires San Cosme y San Damián, en Burceña; la de Santa María Egipciaca unida a su Casa Consistorial en Mercadillo; la de Nuestra Señora del Buen Suceso, en el Berrón, barrio de Bortedo; y la de Santa María Egipciaca en Anzo, en el mismo sitio donde se apareció esta Santa a Lázaro de Cristantes.

Este muchacho de tan bíblico nombre era un pastorcillo de ovejas de trece años en aquel año de 1645. Para dar veracidad a su encuentro se cuenta que la Virgen tomó unos hilos de gabán de Lázaro y formó una Cruz que le prendió al Rosario, y con esta prueba volvió a Anzo. Lamentablemente esta ermita se encuentra en ruinas aun a pesar de que durante un tiempo Santa María Egipciaca (344-422) fue la patrona del Valle de Mena. ¡Poco tiempo le duró a esta asceta que se retiró al desierto tras una vida de prostitución!


Claro que, como el lugar de la aparición quedaba a desmano, para darle culto a Santa María Egipciaca construyeron una ermita en Mercadillo por ser el centro administrativo del valle. Cuando este culto decayó la ermita de Mercadillo pasó a San Isidro -patrón de los agricultores- y la de Cantonad volvió al patronazgo.

Comúnmente se dice que "cantonad" deriva de "campus" y "donatus", cuya traducción sería campo regalado o donado. La palabra Cantonad aparece vinculada a una escritura de pignoración (dejar en prenda) de Pedro Rodríguez de 1166, junto a Incinillas, Bisjueces, Villalázara o Leciñana. Es la primera noticia que se tiene. Sobre la fecha de su construcción no se sabe nada. La escritura está otorgada a favor del primitivo monasterio de Vivanco, titular de la ermita románica, cuyos clérigos servían a la Virgen Morena de Cantonad.

Contra esta definición tenemos la explicación dada por Ángel García Nuño en su libro “El Valle de Mena y sus pueblos” (1925) que indica que Cantonad proviene del vascuence “junto a” o “cerca de...”. Incluso se podría llegar a decir que la desinencia “dad” pudiera ser deformación del “haitz” eusquérico que significa “roca” con lo cual, la referencia de Nuño podría llegar a ser verosímil.


¿Se han fijado que nos dicen que hubo un monasterio en Vivanco de Mena? Hablemos un poco sobre ello. Desgraciadamente la pérdida de gran parte del archivo de los Señores de Vivanco ha creado muchas sombras sobre la historia de la zona. Los falsos Cronicones divagan sobre el Monasterio de Santa María de Vivanco, afirmando que fue fundado en 963 cuando los foramontanos inician su avance hacia el sur. Un documento del archivo del Palacio de los Abades, en Vivanco, afirmaba que el cenobio fue fundado por doña Andrequina -o Enriquena- de Mena, a mediados del siglo XII, como “abadía secular de patrocinio nobiliario”.

Se disponen de varias referencias temporales: un sepulcro románico con el año 1188; 1244 gracias a un documento por el que Alonso Pérez de Arnillas cede al obispo de Burgos una serie de propiedades, con el fin de que se provea el Monasterio de Vivanco con un altar; 1370, cuando don Fernán Núñez de Vivanco donó el Monasterio de Vivanco al hijo de Perejón de Lezana -o, Lasana-, quien adoptó el apellido Vivanco y lo pasó a sus descendientes. Los cuales continuaron con el señorío de la Abadía seglar de Vivanco, ostentando sus miembros el tradicional cargo de “abad” y “abadesa”, aún sin tener el estado religioso.

El Monasterio obtendría rentas por cultivos, por paso de peregrinos y viajeros e, incluso, por la administración del culto en la ermita-santuario de Nuestra Señora de Cantonad. Así las familias que poseyeron el Monasterio-Abadía lo enriquecieron. Según la Visita del Arcedianato de Briviesca, de 1706, la abadía tenía “un rico templo bien aderezado” con “noble claustro fuerte”.

Resalte del artículo publicado por EL SOL

Desconocemos la apariencia del monasterio de Vivanco porque hubo una reforma bajo las órdenes de Pedro Antonio de Vivanco Angulo y Ortiz, dueño de la abadía, quien 1771 mandó derribar el Monasterio y templo para levantar el edificio actual. Por este edificio y las casas del pueblo se pueden ver restos de la fábrica románica del viejo monasterio.

Volvamos a enfrentarnos a la ermita, al actual santuario de la Virgen de Cantonad. Subimos en coche por el estrecho camino que discurre entre una arboleda hasta llegar al prado en el que podemos aparcar. Luego, entre plataneros, robles, hayas, encinas, guindos y algún tejo alcanzamos el templo.

En ese espacio interior, sagrado y profano a la vez, encontrarán el moderno altar de campaña (piedra y cemento) pensado para las multitudes que asisten a la romería con la que se honra a la patrona del valle cada ocho de mayo.


En el siglo XVII, cuando apenas se extendía la devoción a la Egipciaca fuera del lugar de Anzo, se dio licencia al cura de Vivanco (año 1654) para que pudiera celebrar dos misas consecutivas, y una de ellas en Cantonad. (Papeles de D, Manuel de Novales).

La ermita que resiste es obra del siglo XVI (sobre los restos de otra primitiva) cuando dicha advocación fue declarada patrona del valle. En 1588, el papa Sixto V aprobó la fundación de la Cofradía de la esclavitud (“He aquí la esclava del señor…Hágase en mí según tu palabra”) y se conceden gracias a los cofrades. Este santuario fue restaurado y ampliado en 1620 y, nuevamente, se hicieron reparaciones y obra de cantería en 1713. Los encargados fueron los maestros canteros Antonio Martínez y Antolín de Íñigo, de Trasmiera, que se comprometieron a hacer la obra por 4.285 reales. La torre y la casa adjunta fueron reconstruidas a mediados del XIX a causa de un incendio. Pero no son las únicas modificaciones en la fábrica del Santuario: bóveda de crucería del XIV, torre de principios del XVI, añadidos del XVII, etc.


Avancemos en el relato. Nos fijaremos ahora en la planta del templo. Es el común de una sola nave dividida en tramos por arcos. Según Novales, por sus arcos rebajados, parece la fábrica primitiva del siglo XV. Si en la mayor parte de las iglesias y ermitas del Valle de Mena que nos han llegado sin sufrir alteraciones en su estructura original, se emplean cubiertas de corte clasicista vemos que en Cantonad la cubierta es con bóvedas de crucería gótica.

Como diría Josep Pla: y esto, ¿quién lo paga? Para los ingresos deben saber que se recogían limosnas de trigo de los vecinos del valle y que, en 1917, se instituyó una limosna en metálico. Además tuvo el apoyo del Vaticano cuando Pío VI decretó, el 8 de julio de 1794, a instancias de Lorenzo de Vivanco y Angulo, conceder indulgencia plenaria, y remisión de todos sus pecados, a todos y a cada uno de los fieles que, verdaderamente arrepentidos de sus culpas, y preparados con los sacramentos de la penitencia y sagrada comunión, visitasen devotamente el santuario en los días 25 de marzo y 8 de septiembre: y en otra festividad también de N. S. que determine el Obispo. Esa festividad fue la de la virgen de agosto, el día 15.

En 1924, el Obispo Juan Plaza concedió 100 días de indulgencia a cuantos la visitasen.


La festividad de esta virgen –como ya hemos dicho- es el ocho de mayo, día que también se celebra el de Nuestra Señora de la Antigua. Ese día se realiza una misa presidida –siempre que es posible- por el obispo, que es el de Santander, en la explanada del santuario con la imagen de la Virgen bendiciendo a todos los visitantes. Pero para llegar a la misa de las 13:00 horas debemos empezar por la procesión, en la que se saca en andas la imagen de la Virgen hasta el altar exterior. Se reza, se cantan himnos a la Virgen, hay juegos infantiles, pasean en procesión la imagen y, después de todo, se dispersan por las campas para la comida campestre del "Torto".

Generalmente no se puede acceder por la verja ancha, que permite el paso de vehículos, al estar cerrada, pero siempre se puede entrar por otra peatonal. O saltar el murito. El acceso al recinto solo permanece abierto si se va a oficiar una misa, que suele ser los sábados a las 11 o si hay boda. Sin embargo, las vistas desde el lugar son excelentes y merecen el paseo.

Quizá por eso unos ladrones robaron las tres campanas de bronce del Santuario, ¡un Bien de Interés Cultural!


Sobre la imagen que presidió el altar mayor debemos decir que es reciente. La talla románica fue una de las víctimas de muestra última guerra civil cuando un destacamento de milicianos la destruyó. La que ahora se contempla en Santuario de Vivanco es una imagen moderna, sedente, con el niño en sus rodillas portando la bola del mundo. La suelen cubrir con mantos de tela y va coronada.


Bibliografía:

Periódico “Burgos conecta.es”
“Arquitectura religiosa del Valle de Mena durante la primera mitad del siglo XVIII” Isabel Cofiño Fernández
“Cuatrocientos Cincuenta años de la fundación del convento de Santa Ana de Villasana de Mena por Sancho de Matienzo” por José Bustamante Bricio.
“Manuscritos sobre el Valle de Mena, en el siglo XVIII” José Bustamante Bricio.
“Informe sobre las pérdidas y daños sufridos por el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde el advenimiento de la República, y principalmente durante los arios de 1936 y 37 en que parte de su territorio del Norte fue ocupado por los rojos y separatistas vascos”. Por Luciano Huidobro Serna.
“Fiestas y romerías, tradicionales y famosas en tierras burgalesas” Ismael García Rámila.
“Santuarios marianos de Cantabria” María del Carmen González Echegaray.
Periódico “El Sol”.
“Apuntes sobre la historia de las merindades antiguas de Castilla” Julián García Sainz de Baranda.
“Medina de pomar arqueológico y centro de turismo” Julián García Sainz de Baranda.
Periódico “Crónica de las Merindades”.
“Diccionario geográfico-estadístico-historico de España y sus posesiones de ultramar” por Pascual Madoz.
“Noticia del noble y real Valle de Mena (provincia de Cantabria)” Anónimo.
Periódico ABC
“Las Merindades de Burgos: un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media” María del Carmen Arribas Magro


Para saber más:



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